Introducción
Quizás se preguntan cuál es el valor de 10 NXT. Este artículo se propone contestar a esta pregunta. Pero empecemos con un pequeño dialogo:
“¿Cual es el valor de 10 €?”, pregunta un profesor a sus alumnos. “10 €, ¡por supuesto!”, responde enseguida uno de ellos.
“Pues intenta explicarte sin utilizar 10 €.” El estudiante reflexiona y contesta finalmente, sin convicción: “¿Diez veces 1 €?” Pero el profesor todavía no está satisfecho: “Entonces, ¿cuál es el valor de 1 €?” Otro alumno propone: “10 € tiene como valor lo que se puede comprar con esta cantidad de euros.”
Esta conversación ilustra el error que hace la mayoría de la gente cuando se trata de entender cuál es el valor de sus bienes o de sus ingresos. Demuestra también con pocas palabras de qué modo la gente percibe el valor de una unidad monetaria como el euro: el valor de 1 € solo sería la cantidad de bienes o de servicios que se puede obtener con 1 € (en otras palabras: su poder adquisitivo).
Pero alguien podría preguntar: ¿cómo medir el valor de 1 €? Une respuesta simplista sería: se mide a la cantidad de bienes o de servicios que permite comprar. Une definición más elaborada, pero igual de inadecuada (porque resulta también de varias definiciones artificiales), implica tipo de cambio, bonos de tesorería y reservas de divisas. El valor de 1 €, como para cualquier divisa, depende por consiguiente de factores alejados de la vida cotidiana. Como lo veremos en la sección siguiente, es difícil entender el valor real del euro a diario a pesar del hecho que cada uno de nosotros lo utiliza todos los días.
1. Bienes y servicios
Uno de los problemas relacionados con la utilización de bienes et de servicios para cuantificar el valor de una divisa es la falta de posibilidad de intercambio: mientras una moneda de 1 € se puede cambiar con cualquiera moneda de 1 €, los bienes y servicios (aun si tienen el mismo valor) no son espontáneamente intercambiables. Esta falta de intercambiabilidad hace imposible la comparación, por ejemplo, de diez botellas de cerveza (que costaron 10 €) con, digamos, cinco barras de pan (que costaron también 10 €). De hecho, estamos frente al mismo problema que el encontrado por los estadísticos cuando han tenido que elegir entre los bienes de consumo que debían incluir en la cesta de la compra media del consumidor a fin de seguir la evolución del costo de la vida de un país.
Lo que pasa es que la utilización de cifras crea una ilusión de estabilidad para cosas que en realidad no lo son. La gente por lo tanto entiende difícilmente cual es el valor real de 10 € o la de “cinco barras de pan”, los cuales, en realidad, son igual de imprecisos el uno como el otro: un billete de euros, aun si es intercambiable, no tiene ningún valor intrínseco. En cambio, los bienes adquiribles con unos billetes de euros, aun si tampoco tienen algún valor intrínseco, no son intercambiables y por tanto no pueden servir de base para la evaluación de cualquier valor.
La falta de precisión puede ser atribuida a la falta de herramientas de medida para determinar de manera reproducible el valor de algo, sin tener en cuenta el lugar, el momento, ni por quien ha sido comprado o vendido. Su mejor aproximación es el precio del mercado expresado en moneda local. Sin embargo, el precio del mercado no siempre refleja su valor real.
Aun siendo un indicador de valor importante, el precio del mercado solo indica el importe mínimo que la gente está dispuesta a pagar, y no el importe máximo (en otras palabras, su voluntad de pagar). Además, a causa de factores exteriores, las infravaloraciones o las sobrevaloraciones son siempre posibles. Los precios a corto plazo, por ejemplo, pueden ser inferiores o superiores a la media de largo plazo.
La necesidad de tener herramientas de medida, como dicho antes, es evidente. Cuando por ejemplo se entra en una tienda y se pregunta por el precio de un producto, la respuesta será diferente según que la tienda esté ubicada en América del Norte o en Asia (independientemente del tipo de conversión). Si volvemos diez años más tarde, los precios habrán cambiado también. Además, las empresas ajustan sus precios en función de las necesidades de sus socios o de sus clientes caso por caso.
Por eso, preguntarse cómo los precios están creados y cómo evolucionan tiene plena legitimidad. Da lugar a un estudio permanente que supera el tema de este artículo. Los precios son el fruto de una interacción social, de consideraciones políticas, de emociones e incluso de adelantos tecnológicos. En la última parte de este articulo, hablaremos del valor del NXT.
2. Transacciones
Cuando se utiliza la plataforma NXT, solo se necesitan unos NXT. Se pueden comprar bienes o servicios en la plataforma NXT (Marketplace), se pueden comprar activos en la bolsa de intercambio de activos (Asset Exchange), se pueden comprar marcas, votar, y aún más. Y para hacer eso lo único que se necesita son unos NXT. Estas fichas son la moneda por defecto de la plataforma económica NXT. Con esos NXT, se pueden comprar unos cuantos productos relacionados con la plataforma NXT, el contenido puesto a disposición por otros usuarios, así como bienes y servicios. Sin embargo, el valor de 10 NXT es tan impreciso como el de 10 €.
En cambio existe otro elemento importante para determinar cuál es el valor de 1 NXT. Los NXT no solo sirven para adquirir bienes y servicios, pero también para pagar los costes de transacción. Las transacciones son los objetos los más básicos que se pueden comprar con NXT. En la plataforma NXT están, y siempre estarán, en todas partes. A la hora de redactar estas líneas, hacer una transacción cuesta 1 NXT en la mayoría de los casos.
Por lo tanto, el valor de 10 NXT corresponde a la posibilidad de comprar diez transacciones estándar, como las que hemos descrito más arriba. Significa que por n NXT contenidos en su cartera, se puede hace n transacciones en la red.
Podemos describir un experimento para evaluar el precio de una transacción en NXT. El precio de una transacción-en otras palabras, los “gastos de transacción”-tiene un valor mínimo de tal manera que permite a la red de aceptar la transacción. Este precio esta codificado dentro mismo del contrato social vigente en la red NXT, y su implementación se encuentra en este depósito. Este experimento puede ser reproducido independientemente de quién es usted y del lugar donde se encuentra. Este coste puede ser modificado en el futuro pero solo si la red acepta el cambio. En este sentido, el importe de los costes de transacción mínimos es el precio más justo y más transparente que está disponible. No guarda relación alguna con usted o su ubicación geográfica.
Gracias a esta herramienta, ahora podemos evaluar el valor de un bien o de un servicio en términos de transacciones. Cuando pagamos 25 NXT a alguien para una prestación, le damos la oportunidad de hacer veinticinco transacciones mas, mientras nosotros podremos hacer veinticinco transacciones menos que antes.
Analizando el cálculo del importe mínimo de los costes de transacción, aparece una correlación entre esos gastos y el tamaño de la transacción. Sin embargo, la correlación no se aplicará, como es actualmente el caso, mientras el coeficiente correspondiente esté puesto a cero. Es probable que en las futuras versiones del protocolo NXT la red decida aumentar este coeficiente a fin de reflejar mejor el coste actual de verificación y de propagación de ciertos tipos de transacciones dentro de la red. Pero lo cierto es que le proceso de definición del precio es visible, averiguable y idéntico para todos los usuarios de NXT. Hay miles de maneras para ponerse de acuerdo en cuanto a esos coeficientes y a otras constantes que entran en el cálculo de los gastos de transacción. Hablaremos de eso en un próximo artículo.
Conclusión
Como cada NXT representa la posibilidad de comprar exactamente una transacción estándar, tenemos un instrumento de trabajo preciso para medir el valor de un bien o un servicio. En vez de preguntar cuánto cuesta algo, deberíamos preguntarnos cuánto nos cuesta en términos de cantidad de transacciones. Del mismo modo, el vendedor, en vez de solo preguntarse cuántos NXT se ganaría en cambio de la venta de un bien o un servicio, podría ver sus beneficios en NXT como una manera de aumentar el nombre de transacciones que se le permitirá hacer en el futuro.
Por lo tanto, el valor de 10 NXT es igual a la posibilidad de llevar a cabo diez transacciones diferentes, así como a los bienes y servicios que se obtienen en cambio.
[Traducido por Caracalla]